Narcos

Que genialidad, que bien llevada, qué entretenida!
Llega un punto que hasta te acercas al personaje, y lo llegas a querer. Una lástima de pensamiento, pero es así. Al igual que pensar: Cómo es que esta gente no puede frenar? Lo tienen todo, son lo más, pero ese sentimiento loco de no poder parar, de más, más y más, los lleva a cometer errores tontos (como comunicarse por radiofrecuencia pensando que nadie los iba a pillar), y la suma de esos tropezones, a caer.
Narcos es una serie donde no te puedes encariñar de nadie, todos caen, todos se transforman, y la línea del bien y el mal es casi inexistente, debido a que muchos factores del grupo "bien" se van colando al grupo "mal", como ahora, como este presente, donde los políticos son ladrones, donde te mienten (miren las elecciones de España), donde la policia te roba o calla o libera a los malos con tal de sacar una buena tajada (miren Rosario y sus narcos), y que como siempre, la DEA, la CIA y el FBI parece que son buenos y pueden ayudar, y lo único que hacen es pasarse de un lado al otro, como camaleones, con tal de que su dichoso país nunca salga afectado, pero ellos si pueden afectar mucho a otros países o personas, vease Ernesto Guevara, todas las revoluciones de centro-américa, y lo que pasa hoy en día en la triple frontera con Paraguay, donde residen ahí, agazapados, a la espera de que algo pase y ellos tomen el control de la una de las mayores fuente de agua dulce del mundo.
Y nosotros en casa, en el sofá, disfrutando de Netflix, siendo totalmente estudiados por "ellos", que ven nuestras costumbres, a que hora veo la serie, que música escucho en Spotify, a cuantas cosas de Facebook le doy "like", etc., etc., y un largo etc. Que leen ésto? Ya lo sé, porque algún hashtag va a levantar la perdiz, ahora seguro seré una fracción en un servidor yanqui. Pero el mundo sigue girando.