Dennis se pone en la piel
de un granjero, hijo de granjeros, que regenta muchas hectáreas de cultivos y
que a su vez, es vendedor de semillas. En realidad, más que un campo, tiene una
empresa, y vive para ella.
El hijo mayor se marchó a
la gran ciudad a jugar futbol americano, el menor, por desgracia, sigue junto a
él, pero no por mucho tiempo, quiere ser corredor de carreras (estilo Nascar o
similar. Vertiginoso y arriesgado).
De a poco vemos como la
perfecta familia se va desmoronando, como si juntos formaran un gran corazón,
al dejar de funcionar correctamente, muchos “miembros” comenzaran a sentir la
falta de pulso.
La competencia en el tema
de los granos es feroz, el padre parece no poder con todo solo, pero así se lo
ha gestado. El hijo nunca termina la temporada deportiva, es más, huye al
Aconcagua para intentar subirlo (que belleza es ver cada tanto postales que
dicen ARGENTINA). El otro hijo, el menor, se esfuerza mucho para llegar a las
ligas mayores de automovilismo, pero por un motivo u otro, no dará la talla. La
madre se enterará que carga con unos cuernos de alce, y así, suma y sigue hasta
dar con un suceso que cambiará el rumbo de muchos de ellos.
Algo tiene de bueno que
hace que no quitemos los ojos de la pantalla. Un buen drama, una historia, que transportada
a otras realidades, puede servir de ejemplo, para bien, o para mal.
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Puntos: 5,5 Micks
- Reparto
- Zac Efron, Dennis Quaid, Heather Graham, Clancy Brown, Kim Dickens
- Director
- Ramin Bahrani
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