AKA: A War
Mi consejo para películas de esta nacionalidad y vecinas, es que le den su tiempo. Arrancan medio lentas, como un buen puchero, van metiendo ingredientes, te llevan a un nudo vertiginoso, y luego una pizca de sal y a esperar el postre, porque el plato salió rico, como siempre, como lo clavan las mamás.
Primero nos mostraron a un ejercito, danés, que esta en Afganistán, haciendo esas rutas de control de la zona, en eso, pum! una mina le destroza las piernas a un joven soldado. Eso es un palo para todo el batallón.
Por otro lado vemos a la familia de un soldado en Dinamarca, intentando hacer vida normal, pero la falta de aquel hombre parece crucial para el crecimiento de los niños o la paz de su mujer.
Volvemos al calor de la guerra, aquel soldado murió y al jefe del regimiento se le ocurre que si empieza a salir a las rondas con el resto del equipo puede volver a subirles la moral. Y lo hace.
Volvemos a Europa.
Cuando pasamos nuevamente a la zona de conflicto vemos a una familia local acercarse al puesto de control, allí explican que si no les dan asilo los matarán, el jefe toma la determinación de no dejarlos pasar.
Un día más tarde, van al poblado, aquella familia yace asesinada bajo el adobe de la casa. Los ojos del jefe se inyectan de rabia. Al mismo tiempo, fuera, están bajo fuego enemigo y han herido a uno. Toma la decisión de solicitar apoyo aéreo, que bombardeen el poblado contiguo. Eso, esa simple llamada para salvar al compañero, no lo sabe, pero le va a costar la carrera, y es lo que veremos a continuación en modo de juicio.
Muy buena, con grandes argumentos, y con situaciones que te dejan pensando, para un lado y para el otro, para terminar siempre en el mismo lugar, que gane quien gane, nada de lo que está pasando es justo.
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