Rara hasta el cogote.
Un grupo de Punk-Rock necesita un batería. Para ello recurren a un
estrella, que ya no toca, ahora escribe. Lo que no se entiende que vio este
hombre (al parecer serio) en este trío de discapacitados –y no soy denostador,
es verdad- que hoy golpea a su puerta con esta solicitud.
Contado audiovisualmente de manera brillante, por momentos recuerda lo
fresca que fueron las imágenes de Transpotting y su vez, lo asquerosas, sucias,
manchadas, fuertes, impactantes y delirantes. Para daros una idea, la obra
comienza con la cámara filmando en sentido inverso desde que se asoman por su
oficina hasta el punto de partida de un recorrido en bicicleta (muy
recomendable algún tipo de sustancia tóxica para ese momento).
Al guitarrista le cuelga un brazo, el bajista es sordo y el cantante, muy
bien no se sabe la discapacidad pero esta loco, todo tatuado, y como verán en
el póster que aquí les adjunto, esta tan colgado que lo filman caminando por el
techo, mientras los otros están en el suelo.
Quieren ganar un concurso, pero en la peli, eso, termina siendo lo de
menos.
Por qué verla? Porque el director esta llamado a convertir la novela de
Chuck Palahniuk “Fantasmas”, nada más que por eso. Ahora que les dije el
secreto se darán cuenta porque lo eligieron.
Dirige: Koen Mortier
Actuan: Dries Vanhegen, Norman Baert, Sam Louwyck, Gunter Lamoot, Tristan Versteven, Dolores bouckaert
Puntos: 5,5 Micks
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