Un actor que a cada paso que da va haciendo historia, y de momento, no elige mal sus papeles. De hecho, en varios se arriesga bastante, y en otros, acepta gratamente el papel de secundario, elevando el valor del personaje.
En este caso se pone en la piel de un tipo (James Keziah Delaney) que vuelve para el entierro de su padre, luego de estar fuera mucho tiempo, y por lo visto, en sitios muy exóticos para esa época, cabe destacar que la acción transcurre en 1814 cuando aún quedaban flecos de la guerra entre la Corona (Inglaterra) y la Colonia (actualmente USA).
El pueblo se revoluciona con su llegada, hasta la que parece su hermana, y ni hablar de su esposo, que lo quiere lejo de sus vidas otra vez.
Al parecer el viejo no dejó mucha riqueza, pero si un trozo de tierra en la frontera entre la actual Canadá y Estados Unidos, como un islote, ahora no recuerdo el nombre.
Los lores de intentarán de que este muchacho decline su herencia, ya que esta tierra tiene una situación estratégica importante. Pero James, que ha viajado y no es tonto, no lo permitirá.
La serie oculta una trama mucho más complicada que está por verse, tanto como el pasado de este curioso y misterioso personaje.
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