Así le puse de título a un relato corto que entra en un concurso de la TMB (transporte público de Barcelona) con motivo del Sant Jordi que se avecina.
Aquí el link
y a partir de aquí el relato:
No sé de donde vengo ni a donde voy, solo sé que estoy en movimiento.
Creo que fue un viernes por la noche cuando sus manos, sus suaves y delicadas manos, me tocaron por última vez.
Desde ese día la oscuridad se cernió sobre mi.
No es que me tocara mucho, ni que yo le motivara demasiado, simplemente me hacia feliz que sus ojos se posaran sobre mi.
Este callejón sin salida en que me encuentro no tiene muchas
alternativas. Estoy lleno de palabras, pero ninguna es demasiado fuerte
para despertar intereses distraídos.
Espero que algún día de estos, a un curioso le de por mirar al costado
del asiento de este bus, sino, dudo que la página 63 vuelva a tener la
entereza de otros tiempos, y el resto de mis hojas a ser leídas otra
vez.
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