martes, 25 de febrero de 2014

Todas las chicas besan...

Voy a contar la historia del libro, pero no la de su contenido, sino la del físico, la palpable, no como ahora que son digitables, voy a contar la vida del libro de papel de toda la vida que me acabo de leer.
Resulta ser, que en medio de las últimas fiestas que pasé por la península ibérica (que no estas calurosas recien transcurridas) Papa Noel me regaló la entrada para ver Guasones en Madrid, me subí sin pensarlo a la excusa de mi amigo para hacer este viaje de rock con él.
Solo pasariamos una noche en la gélida capital, el trayecto lo efectuariamos en autobus, bien baratito, y si teniamos huevos, no haría falta contratar un refugio comodo para las pocas horas que podríamos dormir.
Nos citamos pocos minutos antes de que saliera el micro, yo no llevaba más que  un libro de Fabio Volo, mi compañero se encargaría de los mates (tiene una mano barbara para ese tema).
Partimos, hablamos un rato, y de mutuo acuerdo, él se puso los auriculares y yo me sumergí en la lectura.
Hicimos una parada, la de siempre cuando es aquel destino, en MontBlanc. Allí o tomamos café con leche o compramos galletitas, además de saludar a los servicios.
Cuando emprendemos la marcha, mi colega se percata de que los dos ocupantes de los asientos de adelante no han subido. Se lo va a comunicar al chofer, al instante, pero el conductor, que había pasado menos de 20 kilometros, ni se inmutó. "Ya pillarán el siguiente" creo recordar que respondió.
Les guardamos todas sus pertenencias excepto un libro, éste, el que me acabo de leer. Matías se puso a leerlo y le enganchó a las pocas páginas, me citó una frase de Lennon, me iba comentando como transcurría parte de la historia, o se reía de similitudes con sus propias vivencias.
Llegamos a la estación de Avenida de las Américas, teniamos muy poco tiempo, teníamos que devolver las cosas de los jóvenes, cambiar nuestros billetes de vuelta que tenían diferentes horas de regreso, coger una taquilla para dejar la mochila de los mates, comprar los billetes de transporte público, situarnos y rogar que la banda no sea puntual.
Todo eso lo logramos, pero mi amigo no pudo acabar el libro, y como buena persona que somos, lo devolvimos. Y ahí le quedó la intriga de como acababa la historia.
No sé si fue por la gran cantidad de ginebra con limón que tomamos, o porque no tenía mucha importancia, pero se nos olvidó el nombre, tan largo, de la novela.
Un par de meses más tarde queríamos saldar esta deuda, ibamos a La Central, al Fnac, a las librerias de barrio, a La Casa del Libro, pero aquella cubierta se escondía, no se dejaba ver, solo sabiamos el principio de la historia, que el protagonista sacaba a pasear un perrito, y que había una frase de John. Nada.
Pasó el tiempo y nos olvidamos, o eso nos dijimos, porque yo creo que cada uno por su lado intentaba hallarlo.
Agosto, pegajoso e inmoral, sacudía las veredas de su calma. Se aproximaba el cumpleaños de mi cumpa, tenía que lograrlo, tenía que ser yo quien lo encuentre. Fuí un par de tardes al Fnac, y a la tercera, la vencida. El escritor, Enric, pegaba con la historia barcelonesa. Me doy de bruces con la frase sobre la media naranja del ex Beatle, tiene que ser éste. Comienzo como un loco desaforado a leer los primeros capítulos, a ver si por casualidad encontraba la linea donde el dueño sacaba a pasear a su chucho, y si!, estaba!.
Como bien rata que soy, salí volando para la zona de "libros de bolsillo", con la intención de ahorrarme 7 eurillos, pero no tuve esa suerte, tendría que conformarme SOLO con haber resuelto el acertijo.
Lo recibió puntual para su aniversario, y un mes despues, me lo pasó. Anoche terminé de leerlo. Sería más crítico si me lo hubiera comprado para mi, si lo hubiera escogido, o si me lo hubieran recomendado. Lo leí porque tenía que hacerlo.
Alex es el protagonista de la historia, vive en esta misma ciudad (Barcelona), es montador de películas (imaginense Titanic saliendo al ruedo con Alex encima! Jajaja!) y su problema principal es el momento en que se encuentra, acaba de pasar los 30 y no encuentra pareja. El relato es entretenido, me gustó el recurso de contar lo que le pasa a las personas que aparecen puntualmente por la historia, por ejemplo: "Paqui tuvo tres hijos, se separó 2 veces y vivió el resto de sus días soltera, despidiendose del mundo a los 84 años."
Pero no lo recomiendo.

2 comentarios:

  1. jaja tanto rollo para que al final no lo recomiendes...

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  2. jajaja lo divertido fue el recorrido. Un final digno de thriller!!

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