Pigmeo

En las vacaciones el tiempo fluye distinto, y en eso, hay tiempo para poder pasar páginas y regodearse en una narrativa alocada como nos tiene acostumbrados el bueno de Chuck.

Pigmeo es en realidad un agente encubierto que solo quiere volar por los aires Estados Unidos.
Para ello se hace pasar por niño de adopción, y lo alberga la típica familia yanqui que este enano se esforzará una y otra vez por describirnos, si, de esa manera, como llamando al hermanastro perro-bobo, o  la hermanastra guapa hermana-gata, el resto como animales cebosos que son.

La historia se va mechando entre la actualidad de la misión, desde la acogida hasta los fessivales de ciencias, con partes del pasado en la instrucción del agente, revisando la teoría y frases de grandes hijos de puta de la historia hasta las patadas voladoras más hilarantes.

Como siempre, muy entretenido, con altas dosis de imágenes psicodélicas.