Casado y con un hijo, un día decide retomar aquello que hacía, salir a correr por la naturaleza, por la montaña, con su mochilita y su saco de dormir. Con esos bellos paisajes y aquel frío, cualquiera que salga a correr batirá su sangre como nunca antes, y ese torrente es el que lo inunda de pensamientos, sobre lo que hace, si esta bien, si su familia es lo que quiere, sobre lo abandonado sexualmente que está, o lo desconectado que están con su pareja.
Así que está es una entretenida opción, para una linda noche, té en mano, despidiendo a nuestro invierno, y viendo como hay gente al rededor del mundo, con más guita, con una familia armada, con todo lo que uno sueña, que así y todo, se replantea cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa mucho tu opinión, sobre todo tus correcciones!!!