Lo acabo de terminar. Y como no podía ser de otra forma, me ha sorprendido. Tantas pero tantas cosas le leo de parecido a lo que veo por mis pasos, que no deja de sacarme una sonrisa las cantidades bochornosas de verdades que dice este hermoso gordito en su libro.
Pero, claro, el final tenia que ser asi. Redondo.
Cerré el circulo, cerré varios porqués, y abrí mis ojos aún más a lo que este personaje facturé en su futuro. Porque si, porque me hace bien leer que la gente esta perdida con 30 años, que la gente extraña, que es realista, que la muerte esta a la vuelta de la esquina ( o al otro lado de la linea telefónica).
Porque me gustan las verdades, el dulce de leche es rico y los argentinos chantas, charlatanes y miles de condimentos más. Los Kioscos son lo nuestro y los bares de los "gallegos". Todo el analisis que tienen estas páginas ha pasado por tela de juicio alguna vez en nuestra conversaciones de la nada, la cual amamos (y a la vez luchamos contra ella). Creo que se tenia que dar asi, tenia que terminar este libro antes de empezar esta nueva historia que se empezó a escribir el día que a mi todo me cerró y el numero se hizo redondo.
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